Investigación en curso tras el trágico asesinato de Rosa María Roanes
En la madrugada de este martes en la calle Guarocuya del sector Ponce, en Los Guaricanos, Santo Domingo Norte, se desencadenó un trágico suceso que conmocionó a la comunidad. Luis Alberto Almonte Serrano acabó con la vida de su expareja Rosa María Roanes Polanco antes de quitarse la suya, dejando una escena grotesca que ha impactado a todos los que la han presenciado.
Una imagen capturada en el lugar muestra a Rosa María con múltiples heridas por arma de fuego, sin ropa, mientras que Luis Alberto yace sin vida sobre ella, con una herida en el tórax. El informe preliminar de la Policía Nacional revela que la visita de Luis Alberto a la vivienda de Rosa María buscaba respuestas sobre el fin de su relación, lo que derivó en una discusión acalorada que terminó en tragedia frente a la madre de la víctima.
Tras un momento de ira, Almonte sacó un arma de fuego y atacó a Rosa María de forma fatal, para luego terminar con su propia vida. Se descubrió que Luis Alberto, de 39 años y casado, mantenía una relación extramarital con Rosa María, de 36 años, quien a su vez era madre de tres hijos de una relación anterior.
El dolor y la sorpresa embargan a la familia y a la comunidad al enterarse de estos trágicos eventos. Los hijos de Rosa María estaban presentes en el momento de la tragedia, lo que añade un nivel de horror e incredulidad a lo sucedido. El padre de los niños se encuentra devastado por la pérdida de la madre de sus hijos en circunstancias tan atroces.
En la escena del crimen se hallaron cinco casquillos de calibre 9 milímetros, así como el arma utilizada en los crímenes. Las autoridades han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer todos los detalles de este lamentable suceso y brindar respuestas a una comunidad conmovida y aturdida por la violencia de estos actos.
En momentos como estos, la importancia de la prevención y la concienciación sobre la violencia de género se vuelve aún más patente. Es fundamental educar en el respeto, la empatía y la resolución pacífica de conflictos para evitar que tragedias como la de Rosa María Roanes se repitan en nuestro entorno. Solo con un compromiso real hacia un cambio cultural podremos construir un futuro más seguro y equitativo para todos.