Cirugías estéticas: La trágica historia de Pamela Almánzar
Pamela Almánzar falleció tras cirugías estéticas realizadas por Edgar Contreras. Familiares denuncian irregularidades y exigen justicia. Santo Domingo.- Pamela Almánzar, una joven que se sometió a cirugías estéticas con el doctor Edgar Contreras, falleció el pasado 27 de diciembre, dejando a familiares y amigos devastados. Según sus familiares, Pamela acudió a la clínica el 16 de diciembre para una reducción de senos, pero el médico la convenció de realizarse además una abdominoplastia y liposucción en brazos y piernas. Aseguran que estos procedimientos adicionales se hicieron sin su consentimiento. Tras la cirugía, fue dada de alta inmediatamente, pero su salud empeoró rápidamente. El 27 de diciembre, Pamela regresó a la clínica con fuertes dolores y falleció horas después, a las 2:00 p.m. La familia denuncia que el doctor Contreras no se presentó ni ofreció explicaciones tras el fallecimiento, generando indignación. También señalaron que Contreras tiene antecedentes de controversias, incluyendo la suspensión de su exequátur en 2015 por el Ministerio de Salud Pública. Además, no es reconocido por la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica (SODOCIPRE), lo que pone en duda sus credenciales para practicar cirugía plástica. El caso ha provocado un llamado a reforzar la regulación de cirugías estéticas en el país. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos, mientras la familia exige justicia por esta tragedia.
Pamela Almánzar acudió a la clínica con la esperanza de mejorar su apariencia física y su autoestima, pero lamentablemente encontró la muerte en manos de un cirujano que, según sus allegados, actuó de manera negligente e imprudente. La tragedia de Pamela pone de manifiesto la importancia de investigar a fondo los antecedentes y la reputación de los profesionales de la salud antes de someterse a cualquier procedimiento estético. Este caso doloroso debería servir como un recordatorio de los riesgos asociados con las cirugías cosméticas mal realizadas y la necesidad de una mayor transparencia y regulación en esta industria.
La pérdida de Pamela Almánzar ha dejado un vacío irremplazable en la vida de sus seres queridos, quienes ahora luchan por obtener respuestas y justicia en medio de su dolor y sufrimiento. El recuerdo de Pamela debe servir como un llamado urgente a la comunidad médica y a las autoridades competentes para que se tomen medidas concretas que eviten que tragedias como esta se repitan en el futuro. Es crucial que casos como el de Pamela no queden impunes y que se establezcan mecanismos efectivos para proteger la vida y la integridad de aquellos que buscan mejorar su imagen a través de intervenciones estéticas.
En un mundo donde la presión por cumplir con los cánones de belleza impuestos por la sociedad es cada vez más intensa, es fundamental que los profesionales de la medicina estén a la altura de la responsabilidad que asumen al intervenir en el cuerpo de sus pacientes. La confianza depositada en un cirujano plástico no debe ser tomada a la ligera, y es imperativo que se establezcan estándares éticos y profesionales inquebrantables en la práctica de la cirugía estética. La memoria de Pamela Almánzar merece ser honrada con un compromiso real por parte de la comunidad médica para garantizar la seguridad y el bienestar de todos aquellos que decidan someterse a procedimientos de este tipo en el futuro.