El Conflicto entre Onguito Wa y Freisi José Báez Ciprián
La jueza Karen Minyeti, de la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Este, ha tomado una decisión trascendental en el caso que mantiene en vilo a la opinión pública. En este escenario judicial, se ha aplazado por segunda vez la audiencia de medida de coerción contra el destacado cantante urbano Onguito Wa, acusado de intento de homicidio y porte ilegal de armas.
La expectación se mantiene latente, y es que esta audiencia crucial ha sido reprogramada para el próximo lunes 13 de enero a las 9:00 de la mañana. La importancia de este caso radica en el incidente que involucra a Freisi José Báez Ciprián, presunta víctima de Onguito Wa, y a su compañero Fernelis Capellán Matos, conocido como «Cerdo Gatillo», donde viejas rencillas salen a la luz en medio de un suburbio de Santo Domingo Este.
La historia que se teje detrás de estos nombres revela un conflicto que trasciende más allá de las acusaciones formales. Freisi José Báez Ciprián, un humilde motoconchista, relata un capítulo previo de este enfrentamiento en el que se erige como defensor de la justicia ante los actos violentos de su contrincante. Su intervención, lejos de quedar en el olvido, desemboca en una querella que lo aleja durante dos años de su rutina.
Los detalles escabrosos van más allá cuando Báez Ciprián menciona haber escuchado las palabras que sellaron su destino aquella fatídica jornada laboral: “míralo ahí, mátalo”. Estas señales, provenientes del vehículo en movimiento de Onguito Wa y su compañero, desencadenan una serie de sucesos que culminan en un operativo policial en Los Frailes I, con la detención de Elvis Manuel Santos Alcántara, conocido artísticamente como Onguito Wa.
El Ministerio Público, como garante de la justicia, ha solicitado medidas extremas en medio de la consternación social, abogando por la prisión preventiva para Onguito Wa mientras transcurre el proceso judicial. Este caso, que ha captado la atención popular, se erige como un recordatorio crudo de la violencia latente que acecha en las calles, enmarcado en un entorno donde las viejas rencillas se convierten en disputas fatales.
